Ciertamente había más mística y desprendimiento en los médicos de hace cincuenta años o más. Aunque por regla general el acceso a estos estudios era sólo para jóvenes de clase pudiente, al egresar de la universidad se iban a ejercer en las aldeas rurales con mística sacerdotal, como correspondía a quiénes se habían inspirado en los mandamientos humanísticos y humanitarios del juramento hipocrático. Enrique Tejera inició su desempeño en el medio insalubre de la Goajira. Martín Vega estuvo a punto de naufragar durante el viaje por mar que hiciera a la Guayana para instalarse en un puebliçecito. Armando Castillo Plaza se formó en caseríos llaneros y así suscecivamente.
Estos hombres estaban dotados de un alto sentido de la misión que habían de cumplir con sus conocimeintos. Se enfrentaban con gusto al riesgo de las epidemias mortales de entonces, a las incomodidades del clima ardiente del interior o a las mortificantes picadas de zancudos y jejenes, que gozaban con la sangre virgen de aquellos señoritos de la capital.
5.11.1899 -28.11.1980
Enrique Tejera, Médico venezolano, investigador científico y político. descubre la existencia de la tripanosomiasis (enfermedad de Chagas) en Venezuela y la ratifica con otro descubrimiento en Santa Teresa del Tuy (1919).
Enrique Tejera, Médico venezolano, investigador científico y político. descubre la existencia de la tripanosomiasis (enfermedad de Chagas) en Venezuela y la ratifica con otro descubrimiento en Santa Teresa del Tuy (1919).
Esta disposición para el esfuerzo apostólico en muchachos que habían vivido confortablemente, está en contraste con la actitud de las nuevas promociones de doctores , en su mayoría de cuna humilde, que no quieren otorgarles el don de su ciencia a las familias del campo que son las que más la quieren. Se siente uno tentado a pensar que para estos universitarios los asuntos del corazón y la conciencio vienen después.
13/09/88
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